La semana del 30 de Enero en ‘Hermanos‘…
lunes, 30 de Enero: Orhan se siente miserable traicionando a sus sobrinos
Después de la caída, Tienen que operar a Nebahat, y Orhan, hundido, confiesa que él la empujó. Akif dice que fue un accidente y se inventa el motivo de la discusión.
Akif le dice a Orhan que si no cuenta qué pasó con Kadir, él tampoco presentará cargos por su mujer y la pelea en el colegio.
Nebahat está fuera de peligro y se recupera en el hospital, pero Orhan sigue muy afectado. Nebahat pide a su hijo que se aleje de Asiye.
Orhan deja el trabajo en el colegio y busca un nuevo puesto en un supermercado. Tolga aleja a Cemile de sus amigos, pero ella sigue confiando en él.
Resul cada vez está más cerca de Suzan. El hombre la ha contratado como secretaria suya y es muy eficiente en su trabajo. Omer y Asiye se enteran que Cemile se va a mudar a un piso que ha alquilado Tolga.
Susen está muy triste porque Omer la odia desde que se enteró que está saliendo con Kaan.
Martes, 31 de Enero: «Has hecho que crea en los milagros»: Harika abraza a Ogulcan
Emel está enferma y no pueden comprar las vitaminas que la niña necesita. Para colmo, el nuevo casero, le sube el alquiler a la familia. Orhan no tiene dinero, pero el dueño no acepta sus quejas. Si en dos días no pagan, tendrán que abandonar la vivienda.
Omer se interesa por su tío, no lo ha visto sonreír desde el accidente de Nebahat. Omer recuerda a su hermano, quiere saber quién acabó con su hermano. Orhan llora desesperado. Su conciencia no lo deja vivir tranquilo.
Suzan le dice a Harika que ya no tendrá que preocuparse por pagar la matrícula del colegio. Resul, el padre de Berk lo ha arreglado para que no tenga nunca más problema.
Harika y Ogulcan, por fin, empiezan a salir juntos. El chico cree que está soñando. “Has hecho que crea en los milagros, Ogulcan”.
Ayla, para vengarse y ridiculizarla, contrata a Sengul para que limpie la casa. Sengul tiene que aguantar las impertinencias de la madre de Berk.
Talia y Mazlum se trasladan a Izmir. Mazlun se despide de los hermanos y les dice: “Siempre estaré al otro lado del teléfono. Ahora soy vuestro hermano mayor. Se lo prometí a Kadir”. Los jóvenes se funden en un abrazo.
Asiye tiene que limpiar una casa de unos señores muy ricos. La señora es una buena persona y facilita la tarea de la chica. Los señores de la casa se van de viaje y dejan a Asiye al cargo para que cierre la puerta cuando acabe.
Pero Emel, que está enferma, se queda dormida allí. Los hermanos deciden quedarse un poco más en la casa. Pero los dueños vuelven antes de tiempo y creen que ha entrado un ladrón. El hombre saca un arma y en el forcejeo con Omer, suena un disparo. La pequeña Emel cae abatida por una bala perdida.
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