«Cambiarás y te avergonzarás de mí”: Kadir no encaja en el mundo de Melisa

Suzan quiere darle una oportunidad a Omer.

Suzan quiere darle una oportunidad a Omer. Harika no está por la labor. Odia al chico y no pierde la ocasión de insultarlo.

Berk le dice a Tolga que Harika y Omer son hermanos. El chico no puede creerlo. Los tres se dirigen al local donde trabaja Doruk y Asiye. Pretenden reírse de ellos. Doruk sabe sus intenciones y los echa de allí.

Melisa quiere que Kadir siga estudiando y lo ayuda. Omer llega a la casa de Suzan para cenar con ella.  Harika, como siempre, saca su mal carácter: “Esta es la primera y la última vez que vienes a cenar. Terminas y te vas a tu gallinero”.

Suzan interviene: “No le faltes al respeto a tu hermano”. Harika alucina con las palabras de su madre. Suzan pagará los estudios de Omer. El chico quiere ser médico. Harika ya no puede más: “¿Es qué no te arrepientes de haber tenido un hijo ilegítimo? Es un salvaje. Solo te quiere para librarse del gallinero”. La joven tira la comida al suelo. Está enloquecida.

Asiye está muy triste se ha dado cuenta que Selim le da comida con la excusa de que anulan los pedidos. Doruk quiere ayudarla, pero ella está desesperada: “Mi hermano va a estar cuatro meses sin cobrar. No tenemos dinero. Mi hermana pequeña tiene que comer. Tengo que llevar dinero a casa. Tengo que trabajar”.

Doruk se queda sin palabras. El joven no sabrá nunca lo que es acostarse sin cenar y no poder pagar el alquiler. Asiye llora de rabia.

Omer se despide de Suzan y le dice: “Señora Suzan, no la veo como a mi madre”. Suzan le dice: “¿Puedo darte un abrazo?”. Suzan abraza por primera vez a su hijo.

Suzan sorprende a Harika y Omer: “He decidido pedir la custodia de Omer. Tiene los mismos derechos que tú, Harika. Compraré una casa para que viva con sus hermanos allí. Si quiere puede vivir aquí”, Harika no lo acepta como hermano.

Kadir y Melisa se ven con unos amigos de la chica. El joven se siente incómodo. No saben ni de lo que están hablando. Utilizan unas palabras que nunca ha escuchado. “Siempre hemos sido diferentes, Melisa. Pero hoy me he dado cuenta de que esto no puede funcionar. Tú siempre serás más culta que yo. Con el tiempo cambiarás y te avergonzarás de mí”.

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